Johnny’s Magic Summer
By John P. Romero
El Quincenal de las Californias.- After I graduated from Kimball Elementary School, my mind was free of mental agony as a slow learner reading at second grade level. I made sixth-grade history by getting an immoral teacher fired for making inappropriate gestures to the girls and showing nude pictures of women to the boys.
For the first time in my life, my mind was free to give my best friend, The Mental Transporter, the force to transform my deep anger into positive motivational energy.
My magic summer began when my parents and I went to visit my Aunt Maria Marin. My aunt had a son named Manuel, a rock ‘n roll musician. My aunt greeted us and we all sat down in her living room.
At my parents’ home all I heard was Mexican and big band music like Glen Miller and many other big bands of World War II. I liked World War II music very much. I lived in solitary confinement and thought that was the only music that existed.
Suddenly, I heard happy energized music that was different from what I heard at my parents’ home. I peeked inside Manuel’s room and saw him playing his bass, accompanying the music on his record player. I liked the new sound very much. He noticed me and stopped playing. I told him that he played well and I liked his music very much. He took a liking to me for giving him my honest complement. My cousin had graduated from Sweetwater High and he was a few years older than I was. I told him that I was taking accordion lessons for three years. What we had in common was music.
When we were ready to leave, my cousin Manuel asked my mom if he could take me to a dance Friday night. It caught us by total surprise. My mom said yes. Friday arrived, and I had on a white shirt and tie with black slacks. I looked older than twelve years old. My mom gave me last minute instructions to behave myself.
My cousin drove a 1957 Chevy. Sitting next to him was a really good-looking girl. I opened the door and sat right next to her. She asked me what my name was. I said Johnny. We arrived at the dance and I helped my cousin with his band equipment. I was so excited with anticipation to hear the band. I saw a brand new world of teenage life. Manuel’s girlfriend’s name was Carol, and she asked me if I knew how to dance. I sadly said no.
At the first break, she took me outside and gave me swing dance lessons. I learned very quickly. I started getting better with each song. I had so much fun that night. I spent my magic summer going to my cousin’s dances and holding priceless 1960 memories for the rest of my life.
Johnny es mágico verano
Por John P. Romero
EL QUINCENAL DE LAS CALIFORNIAS.- Después de graduarme de la escuela primaria kimball, mi mente estaba libre de agonía mental como un lento aprendizaje de la lectura en la segunda categoría. Yo hice sexto grado historia consiguiendo un inmoral, profesor despedido por hacer gestos inapropiados a las chicas y mostrando fotos de mujeres desnudas para los chicos.
Por primera vez en mi vida, mi mente estaba libre para dar mi mejor amigo, el transportador mental, la fuerza para transformar mi profundo enojo en motivación positiva energía.
Mi magia verano empezó cuando mis padres y yo fuimos a visitar a mi tía Maria Marin. Mi tía tenía un hijo llamado Manuel, un rock ‘ n roll músico. Mi tía nos saludó y nos sentamos en su sala de estar.
En casa de mis padres todo lo que oí fue mexicano y la música de las grandes bandas como glen miller y muchas otras grandes bandas de la segunda guerra mundial. Me gustó la segunda guerra mundial mucho la música. Yo vivía en régimen de aislamiento y pensé que era la única música que existía.
De repente, escuché música feliz energizado que era diferente de lo que he oído en la casa de mis padres. Miré dentro de la habitación de Manuel y lo vi tocando su bajo, que acompañan a la música en su tocadiscos. Me gustó el nuevo sonido mucho. Se dio cuenta y me dejó de tocar. Le dije que jugó bien y yo le gustaba mucho la música. Tomó un gusto para mí por darle mi sincera complemento. Mi primo se había graduado de sweetwater high y era unos años mayor que yo. Le dije que estaba tomando lecciones de acordeón durante tres años. Lo que teníamos en común era la música.
Cuando estábamos listos para irnos, mi primo manuel le pregunté a mi madre si podía llevarme a un baile el viernes por la noche. Nos cogió por sorpresa total. Mi mamá dijo que sí. Viernes llegó, y me puse una camisa blanca y corbata negra con pantalones. Miré mayores de doce años. Mi mamá me dio instrucciones de último minuto portarme bien.
Mi primo manejaba un 1957 CHEVY. Sentada a su lado fue una muy buena moza. Abrí la puerta y se sentó a su lado. Ella me preguntó cuál era mi nombre. Le dije a Johnny. Llegamos en el baile y me ayudó a mi primo con su banda de equipo. Estaba tan emocionado con anticipación para oír a la banda. Vi a un nuevo mundo de adolescente. La novia de Manuel se llama Carol, y ella me preguntó si sabía cómo bailar. Por desgracia, me dijo que no.
En el primer descanso, me llevó afuera y me dio clases de swing. Aprendí rápidamente. Empecé a sentir mejor con cada canción. Me divertí mucho esa noche. Pasé mi verano mágico va a los bailes de mi primo no tiene precio y la celebración de 1960 recuerdos para el resto de mi vida.
