UNA BELLA TREGUA
El amor de Dios y la fraternidad hizo posible un cese al fuego.
Por Lic. Manuel Larena España M.E.
Imágenes recuperadas de :www.batallasdeguerra.com.
Mérida, Yucatán, México. El Quincenal de las Californias. 24 de diciembre de 2016.
Sin duda las guerras son lamentables y donde desde mi punto de vista no hay ganadores. Pero el 24 de diciembre de 1914, en plena víspera de la Navidad, mientras los soldados alemanes y británicos luchaban en el frente occidental del la Primera Guerra Mundial cuando algo totalmente mágico sucedió: el Ejército alemán comenzó a decorar sus trincheras con detalles navideños y se pusieron a cantar al unísono “Stille Natcht” (Noche de paz).
Por su parte el Ejército Británico confundido e incrédulo al observar la escena, respondió entonando bellos Villancicos. ¡¡¡Por un momento cambiaron las balas por alabanzas a Nuestro Señor Jesucristo!!!
Se dice que el sargento británico Bernard J. Brooks recordaba el hecho de la siguiente manera: “A última hora de la tarde los alemanes se volvieron divertidísimos, cantando y gritándonos. Dijeron en inglés que, si no disparábamos, ellos tampoco lo harían. Encendieron fuegos fuera de su trinchera, se sentaron alrededor y empezaron una fiesta“.
Pero esta bella historia no concluye aún, pues se cuenta que la fraternidad, paz y amor fue tal que los soldados de ambos ejércitos decidieron avanzar para encontrarse en un punto neutral y lo increíble sucedió, intercambiaron regalos que por la naturaleza del evento, espacio y contexto fueron; Whisky, cigarrilos y chocolates.
La fiesta duró dos dias, es decir el 24 y y 25 de diciembre y ni una bala se disparó, por lo contrario aprovecharon la ocasión para darles digna sepultura a los soldados caídos de ambos ejércitos.
Se cuenta que durante la sepultura de los soldados alemanes y británicos en armonía y a una sola voz dieron lectura al Salmo 23 que dice:
“El Señor es mi pastor, nada me falta.
Sobre pastos verdes me hace reposar,
por aguas tranquilas me conduce.
El Señor me da nueva fuerza,
me consuela, me hace perseverar.
Me lleva por el buen camino,
por el amor de su nombre.
Aunque camine por un valle oscuro
no temeré mal alguno porque Él está conmigo”.
Para finalizar, en palabras del teniente inglés Johannes Niemman relata que incluso disputaron un partido de futboll.
Sin duda esta es una hermosa historia digna de compartir.
Les deseo a título personal y a nombre de La “Revista Más Deportes” y del “Diario el Quincenal de las Californias”, las mayores bendiciones para sus vidas y recordar el verdadero motivo de estas fiestas es sin duda recordar el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, quien dio su vida por amor a todos nosotros. ¡¡¡Felicidades!!!