RESURRECCIÓN Y LEYENDA
Un tributo especial a Steve West
Por Arturo Couoh Amador
SAN DIEGO – El Quincenal de las Californias.- La tarde del martes 12 de mayo, muchos radioescuchas nos sentimos realmente tristes. No esperábamos ni mucho menos deseábamos que se diera este momento: la partida de Steve West.
Como lo he dicho en las últimas ocasiones, hacer notas o boletines formales, ya no es algo que se me dé, y cuando me veo en la necesidad de escribir, el espíritu “gonzo” se adueña de la yema de mis dedos.
Nunca me considere periodista. Es más nunca lo he sido. Aunque me la he vivido en redacciones, conferencia la y salas de prensa. Sin embargo me quedo con las ganas de haberte entrevistado. Esa fue la entrevista que siempre quise hacer. Ese fue el libro o la historia que desearía haber escrito contigo en vida.
En una charla sobre Herb Albert, un “conductor” de TV con apodo de “superhéroe” decía que tú no eras leyenda y me dio tanto coraje que me dieron ganas de aventarle el libro sobre la historia de Wolfman Jack en su cara.
¡Lástima que no lo tenía en impreso!.
Hablo de Jack por que creo que junto con él, le diste un toque especial al concepto de ser una voz en la cultura “Borderblaster”.
Te descubrí tarde por que en el periodismo deportivo, la vida agota y a veces extingue la memoria propia.
Nunca supe que eras tú quien estaba realmente detrás del “Resurrection Sunday” que escuchaba los domingos por la mañana mientras hacía fila en la garita para dirigirme al ritual del fut americano de verano a invierno …
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Y siempre decía : “Ah es el show del australiano ese”. Después supe que era inglés y comencé a seguirlo a partir de las campañas de #Movember.
Poco a poco esto fue despertando mi interés y también me llamó la atención su historia. Un británico que llega a California en el apogeo de la música New Wave, el surgimiento del videoclip como una posible amenaza de extinción de la radio.
Después llegaron la internet y redes sociales. Y sin embargo la radio sigue vigente.
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El domingo 17, dos emisoras le rindieron tributo a Steve West de manera simultánea, con testimoniales, recuerdos y grabaciones de ex voz y un acento tan especial que me recordaba a las películas de “Pirate Radio” o inclusive las noches de BBC y Channel 4 durante mi primer “naufragio” por Londres …
Dicen que los ingleses son demasiado serios. Formales. Secos. Fríos. A veces hasta flemáticos. Pero Steve quizá se desprendió de toda esa coraza anglosajona cuando vino a dar al último rincón de California.
Desde la cima del monte San Antonio se divisaban las dos ciudades. La bahía y la línea. Dicen que un día en un control migratorio, el británico fue echado fuera de los Estados Unidos.
Su documento de trabajo había expirado y tuvo que quedarse en México, Tijuana para ser más concreto.
Dicen que vivió en la zona de Playas, según recordaron algunos de los locutores y “DJ´s” que participaron en las entrevistas durante el homenaje radiofónico tanto en la 94.9 como en la 91X. West a un muro que no existía y en una latitud donde se dice, la esposa de Richard Nixon estuvo presente años atrás para cortar el alambre del Border Field Park que divide playas precisamente de Imperial Beach.
A principios de los 80, imperaba aún la moral conservadora inclusive entre aquellos denominados promotores y productores del Rock.
Después de tocar un tema de John Cougar Mellencamp en una emisora de Orange County, recibió un llamado de atención por parte de las “cabezas” del medio.
Al poco tiempo fue despedido pero fue uno de los fundadores e iniciadores del llamado “Sound of the 80’s”.
Pero, por encima de todo, y sin saberlo, su nombre se sumaba ya a la historia del fenómeno
“Borderblaster”. Es decir, emisoras con transmisor en suelo mexicano, pero que transmitían (en un inicio) en habla inglesa hacia territorio estadounidense.
Años atrás, esta misma aventura había sido también vivida por otra figura legendaria de la radio: Wolfman Jack, quien inclusive tiene una Estrella en su honor en las banquetas del Boulevard Juárez en Rosarito.